El yoga trasciende la práctica de asana. Al hacernos más conscientes de nuestro cuerpo comenzamos a sentir la estrecha relación entre los alimentos que ingerimos y nuestras emociones, pensamientos, sensaciones…
Por Alicia Velasco
Si comes carne tienes más posibilidades de sentir ira o agresividad. Si comes alimentos picantes es normal que te sientas nervioso o disperso. Si has tomado verdura fresca con cereales seguramente te sientas ligero y rebosante de energía.
Todo esto no es nuevo, los textos clásicos del yoga como el Bhagavad Guita o el Hatha Yoga Pradipika ya hablaban hace miles de años de esta estrecha relación entre alimentación y energía vital, sentimientos y capacidad mental. Según estas escrituras, si buscamos una mente en calma y un cuerpo sano deberíamos dar prioridad a una alimentación lactovegetariana.
Para seguir esta dieta, has de saber que los yoguis clasifican los alimentos en tres grupos: rajásicos, tamásicos y sátvicos, siendo estos últimos los más recomendables para conseguir vitalidad, concentración y el anhelado estado meditativo…
Los alimentos sátvicos serían los lácteos, cereales, verduras (priorizando su consumo en crudo), frutas, raíces, tubérculos, legumbres, frutos secos, miel, pan integral, aceite de oliva, semillas y agua natural y mineral; toda ella, comida ligera, fácil de digerir y que aporta claridad de percepción y despliega el amor y la compasión.
Habría que evitar, en la medida de lo posible, los alimentos rajásicos (ajo, cebolla, rábanos, especias, azúcar blanco, huevos, café, té) ya que alteran el sistema nervioso. Comer muy rápido y combinar demasiados alimentos también se considera rajásico.
Y también eliminar los tamásicos (pescado, carne, tabaco, alcohol, drogas, quesos curados, fritos, vinagre y conservas. También los alimentos recalentados y procesados) por su relación con estados de ánimo depresivos, pereza, irritación, fatiga… Comer demasiado también es considerado tamásico.
El “Libro de cocina de Sivananda” recomienda probarlo por nosotros mismos: “Durante tres meses comer solamente alimentos sátvicos, practicad asanas y pranayama todos los días. (…) El resultado será un cuerpo sano, incluso la curación de muchas enfermedades y prevención de muchas otras, una gran fuerza vital, un intelecto puro y sutil, una mente que sabe utilizar todas sus capacidades y el comienzo del deseo de comenzar a amar lo que es bueno para vosotros”.
Kilómetro cero
Elige alimentos de temporada, cultivada cerca de tu área de residencia y a ser posible procedente de cultivo ecológico.
Masticar bien
Al menos se recomienda masticar 32 veces cada bocado antes de tragar; esto permite que las enzimas digestivas de la boca hagan su trabajo y el estómago haga la digestión de forma más sencilla.
Si estás nervioso, mejor no comer
Para comer se aconseja sentarse cómodamente, no comer de pie. Y solo comer, no dedicarse a trabajar, ver la televisión, revisar el teléfono móvil… Si se está preocupado o con ansiedad, es mejor intentar calmarse y dejar la hora de comer para después. También se recomienda escuchar al cuerpo, y comer solo cuando se tiene hambre; no picar entre horas y tener una rutina respecto a las horas de comer.
Sin llenarte.
Los yoguis recomiendan llenar un tercio del estómago de comida, otro tercio con agua (nunca fría) y otro tercio dejarlo vacío.
Incompatibilidades
Hay listas de alimentos que son incompatibles entre sí, pero merece la pena destacar una norma básica: La fruta es mejor tomarla sola, entre comidas, es decir, no mezclarlas con el resto de alimentos.