Con las fiestas, quedadas, cambios de rutina… la mayoría de los practicantes dejan de lado su cita con la esterilla, pero es, de hecho, estos días cuando más necesitamos del yoga para mantener nuestro equilibrio. ¿Quieres saber por qué?
Diciembre es un mes de muchas fiestas: empezamos con el Puente de la Inmaculada y terminamos con las celebraciones navideñas y en medio una agenda cada vez más cargada de eventos con compañeros de trabajo, amigos y familiares. Muchas personas, ante esta avalancha de planes y viajes, deciden dejar su práctica de yoga, además de esos hábitos saludables que mantienen durante el resto del año. Un gran error que puede traducirse en desequilibrios y malestar como subida de peso, problemas digestivos, ansiedad, enfado, insomnio o fatiga.
No pasa nada por “saltarse” los hábitos buenos algún día puntual, pero al día siguiente te recomiendo volver cuanto antes a las rutinas saludables. ¡Veámos cómo hacerlo!
Comilonas. En estas fechas es habitual comer más de lo habitual, consumir alimentos más calóricos, beber alcohol… No hace falta renunciar a los encuentros alrededor de la mesa, pero sí podemos ayudar a nuestro cuerpo a eliminar esas toxinas “extra” que consumimos con nuestra práctica de yoga. La propuesta sería realizar este mes sesiones centradas en asanas de torsión, que intensifican la depuración de órganos como hígado, intestinos y riñones.
Además, puedes aprovechar para incorporar otros hábitos saludables como hacer un ayuno intermitente los días que no tengas comidas o cenas. Por ejemplo, el día de la comida de Navidad, sáltate la cena. Así compensarás los excesos y le darás un descanso al sistema digestivo.
Reencuentros. Ver a la familia y amigos puede removernos internamente, las sensaciones de tristeza y soledad pueden intensificarse. Es un buen momento para establecer una rutina de meditación. Simplemente sentarse en quietud, en silencio, en un lugar cómodo y tranquilo y observar la respiración. Solo observa, percibe como el aire entra y sale del cuerpo sin que hagas nada, toma conciencia de la respiración natural y espontánea. Si quieres aprender a meditar todos los viernes hay clase de la Escuela Unmani (Avda. Tres Cruces, 17, entreplanta).
También te recomiendo que cuides mucho el descanso estas semanas asegurándote de dormir al menos 7-8 horas y que te regales algún masaje relajante.
Viajes. Son muchos los que estos días se desplazan para estar con familiares y amigos. Los viajes pueden desequilibrar mucho a la persona (sobre todo si tu dosha es Vata), incrementando la fatiga, el estrés y la sensación de aislamiento. Lo ideal es que una vez llegues a tu destino, busques un lugar tranquilo para descansar y practicar Yin Yoga. ¿Aún no lo conoces? Se trata de una práctica lenta donde se busca la quietud en las posturas. Ayuda a mantener el cuerpo flexible y relaja el sistema nervioso central.
Además, puedes recurrir a la aromaterapia. Hay aromas como la lavanda o la bergamota que, según muchos estudios, pueden ayudar mucho a bajar los niveles de ansiedad. Te aconsejo que eches unas gotitas en la almohada antes de dormir o te hagas con un difusor de aromas para tu casa. ¡Lo notarás!
Cambios en las rutinas y falta de energía. El Saludo al Sol es un ejercicio muy dinámico con efectos muy beneficiosos para el cuerpo ya que estimula todos los órganos y los sistemas corporales. Pero además, es especialmente recomendable estos días porque incrementa el flujo de la energía vital, que puede haber descendido al haber dejado de lado nuestros hábitos y rutinas diarias. A nivel mental, aporta un estado receptivo y sereno para toda la jornada.
Al despertar haz entre 5 y 10 vueltas de Suryanamakar (Saludo al Sol). No te olvides de incorporar a tu dieta algún suplemento energético como la Ashwaganda o el Gingsen. Otra gran idea que te recomiendo es tomar a diario al menos una fruta alta en vitamina C, como piña, naranja o pomelo.
Alerta: Consumismo.
La presión de las compras en la época navideña cada vez es más fuerte. Está bien regalar, comprar lo que necesitemos, darnos algún capricho… pero siempre hacerlo con conciencia. Por ello, estos días antes de lanzarte a las calles, sería recomendable parar, reflexionar y tomar consciencia sobre ello. Ujjayi Pranayama (respirar cerrando parcialmente la glotis) es un ejercicio de respiración muy beneficioso para relajar, aportar calma mental, frenar los impulsos, eliminar la ansiedad y aportar un estado de interiorización, concentración y meditación profundos.
También te recomiendo que, antes de lanzarte a las compras, hagas una lista de regalos y cosas realmente necesarias.
Bombardeo de estímulos: luces navideñas, anuncios publicitarios, música alta… Los sentidos nos aportan información y nos proporcionan placer, pero un uso incorrecto puede desequilibrar mucho a la persona. La sobrestimulación típica de estos días puede forzar y poner en tensión al sistema nervioso, por ello Paschimottanasana, la flexión hacia delante más conocida del yoga, es especialmente recomendable estos días. Inclúyela en tu sesión y conseguirás un estado de tranquilidad mental e interiorización elevados.
Te recomiendo que además estos días dejes un poco de lado las pantallas, los medios de comunicación, las redes sociales… y que te tomes un momento de descanso para tomar alguna infusión relajante, mis opciones preferidas son la mezcla de manzanilla y tila y el Tulsi (hierba aromática conocida también como Albahaca Sagrada con poderosos efectos sedantes). Te recomiendo que entres en la web de Indiaveda, ofrece una gran variedad de infusiones de Tulsi con diferentes sabores y matices para todos los gustos.
Insomnio. Abuso de cafeína, alcohol, salidas, bailes, largas sobremesas… pueden ser causas del insomnio navideño. Las posturas invertidas lo combaten de manera muy eficaz. Al incrementar la circulación cerebral, estimular el sistema circulatorio, equilibrar los nadis y aportar estabilidad emocional, el practicante consigue dormir sin problema. Elige la postura invertida que prefieras (Sirsasana, Sarvangasana, Viparita Karani Asana…) y mantenla entre 5 y 10 minutos. Puedes hacerla de forma aislada antes de acostarte o con el resto de asanas.
Además, hay algunos rituales que pueden facilitar el descanso como dar un paseo por la naturaleza o tomar un baño de agua caliente al final del día.